Por primera vez, desde el año 2008, el periodo medio de retraso en los pagos, se situó por debajo de los 13 días en Europa continuando así, la tendencia bajista que ya inició en el primer trimestre de 2021. Tan solo Irlanda y Reino Unido han registrado aumentos.
La mayor mejoría la ha registrado Portugal, experimentando un recorte de 3 días, siendo uno de los países con los peores registros de periodos medios de retraso junto con Italia. En la lista de los mejores pagadores se encontrarían Países Bajos, Alemania y Bélgica y en el medio de esta clasificación; Francia, España, Irlanda y Reino Unido.
Los plazos máximos de pago están fijados en España en 60 días para las empresas y 30 para las administraciones a diferencia de la legislación Europea que lo fija en todo caso en 30 días, pudiendo prolongar en caso de administraciones como máximo a 60 días, cuando esté justificado.